La exposición, hasta el 21 de enero de 2018 en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid, presenta más de cien obras, procedentes de unas sesenta colecciones públicas y privadas de todo el mundo, organizadas en torno a los temas que interesaron a ambos artistas: los retratos caricaturescos, el mundo nocturno de los cafés, cabarets, teatros, la cruda realidad de los seres marginales, el espectáculo del circo o el universo erótico de los burdeles.

Picasso-Lautrec, es una exposición dedicada a la comparación de estos dos grandes maestros de la modernidad.

Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Monfa (nacido el 24 de noviembre de 1864 – fallece el 9 de septiembre de 1901), conocido como Henri de Toulouse-Lautrec. Pintor francés, impresor, ilustrador, caricaturista cuya inmersión en el color tuvo mucho que ver con la vida del teatro parisino del final del siglo XIX. Post impresionsta, influenciado por Monet , Cézanne, Van Gogh, Degas and Gauguin. Consiguió entrar en el prestigioso estudio de Bonnard en Monmartre gracias a la influencia de su familia, donde se movía la Bohemia parisina, los artistas malditos, escritores y filósofos. En 1884 Henri se instaló en Montmartre, donde tuvo vecinos entre otros artistas a Edgard Degas. Desde el primer momento quedó fascinado por la vida nocturna de París, frecuentando el Salón de la Rue des Moulins, el Moulin de la Galette, el Moulin Rouge, Le Chat Noir o el Folies Bergère, entre otros. Allí, en pleno corazón de Monmartre estuvo 20 años y cuando el cabaret Moulin Rouge abrió, le encargaron unas series de posters (litografías), lo cual supuso un ingreso regular.

Lautrec se convirtió en un pintor post-impresionista famoso, ilustrador del Art Nouveau y litógrafo, con obras que representaron la bohemia parisina y sus ilustraciones se encontraron en la revista Le Rire.


Picasso llegaría más tarde, a finales de 1900. Un joven pintor de Málaga (si bién ya había vivido en La Couña y Barcelona), con una obra expuesta en el pabellón español de la Exposición Universal. Allí descubre, fascinado, a Paul Gauguin, a Toulouse-Lautrec, a Van Gogh... Deslumbrado por la noche parisiense, manifiesta su atracción en obras como Moulin Rouge, La espera (Margot), Los clientes, todas de 1901.

Los dos fueron genios artísticos desde la infancia, el dominio del dibujo sería una de las claves de su obra. Tanto Lautrec como Picasso dibujaron compulsivamente durante toda su vida utilizando la línea como elemento fundamental de expresión, y la caricatura en muchas ocasiones.

Como Lautrec, Picasso desarrolló una curiosidad insaciable por la noche parisiense de Monmartre, los prostíbulos y cabarets, con sus mujeres, fueron inspiración de múltiples obras como 'las 'Demoiselles D'Avignon' de Picass, muchas obras de su 'etapa azul' u la mayor parte de la obra de Lautrec. También el circo. Se dice que el arlequín o el clown (payaso), elementos recurrentes en una etapa de la pintura de ambos artistas, representan seres marginales que ambos veían semejantes a la figura del artista en la sociedad moderna o os desheredados de la sociedad parisina.




Picasso-Lautrec, exposición comisariada por Francisco Calvo Serraller, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y Paloma Alarcó, jefe de conservación de Pintura Moderna del Museo, la exposición.

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza


Paseo del Prado, 8
28014 Madrid
Lunes: de 12:00 a 16:00
Martes a domingo:de 10:00 a 19:00